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Sebastián Salgado: un símbolo de la “fotografía comprometida” ENcontrARTE |
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La fotografía es una de las expresiones artísticas que más permite mostrar la realidad. Pero ese mostrar no es sólo desnudar descarnadamente el mundo. Combinar con talento ambas cosas, la denuncia de las injusticias del mundo con la belleza, es lo que hace de la foto una expresión tan peculiar. El brasileño Sebastián Salgado es un maestro en esa materia. Hombre profundamente comprometido con la realidad social que lo circunda, igualmente expresa con exquisitez artística cada “monstruosidad” que nos muestra.
Hoy ENcontrARTE presenta una síntesis de su vida y su obra para evidenciar, una vez más, que el arte puede tocar genialmente ambos ámbitos conmoviendo a quien lo aprecia.
”Sin embargo,
con la televisión e Internet ya no hay excusas para ignorar los horrores
que tienen lugar en el otro lado del mundo o en el propio patio
trasero”, extracto del prefacio de su libro “Exodos”.
Fotógrafo brasileño de renombre internacional que forma parte de la corriente de «fotografía comprometida», es uno de los reporteros gráficos contemporáneos más respetados del planeta. Instituciones de todo el mundo le han concedido los principales premios fotográficos y reconocimientos por sus logros. Se ha dedicado a retratar las vidas de los desposeídos del mundo; esa labor se ha plasmado en varios libros y muchas exposiciones y le ha valido numerosos premios en Europa y el continente americano.
”Deseo que cada persona que entra a una de mis exposiciones sea al salir una persona diferente”, comenta Salgado. “Creo que toda persona puede ayudar, no necesariamente donando bienes materiales, sino formando parte del debate, y preocupándose por lo que sucede en el mundo”.
Nació el 8 de febrero de 1944 en una pequeña ciudad de 16.000 habitantes, Aimorés, en el estado de Minas Gerais, Brasil. Hijo de un ganadero, es el sexto de ocho hermanos y único varón de su familia.
En los años 40, más del 70% de la región estaba todavía cubierta por el follaje y los árboles del Bosque Atlántico, uno de los 25 “puntos calientes” medioambientales de nuestro planeta. En esas fechas, este bosque costero brasileño era el doble de extenso que el tamaño de Francia. Hoy se ha reducido a tan sólo el 7% de lo que era entonces, y en el lugar de nacimiento de Salgado, el bosque es incluso menos denso, con un 0,3% de su extensión inicial.
Cuando Salgado era joven, la ciudad de Aimorés ofrecía sólo la primera parte de la educación secundaria; así que se marchó en 1960 para estudiar en Vitoria, una ciudad costera a 185 kilómetros de distancia, que era la capital del estado de Espirito Santo. Allí completó su educación secundaria en 1962.
Al año siguiente fue a la universidad a estudiar Economía y terminó en 1967, año en que se casó con Lélia Deluiz Wanick. Son los padres de dos niños: Juliano y Rodrigo, este último, con Síndrome de Down. También son abuelos de un niño, Flavio.
Se marcharon a Sao Paulo donde Salgado estudió un Master en Economía y
Lélia terminó sus doce años de estudios de piano en el conservatorio.
En 1969 se mudaron a París, y Sebastián estudió un doctorado en Economía
mientras Lélia comenzaba sus estudios de arquitectura en
la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes.
En 1971 se mudaron a Londres, donde Salgado trabajó como economista para
la Organización Internacional del Café. Con frecuencia viajó a Africa en
misiones asociadas con el Banco Mundial. Fue entonces cuando comenzó a
tomar sus primeras fotografías.
En su vuelta a Londres estas imágenes empezaron a preocuparle, y abandonó su carrera como economista. A principios de 1973 él y su esposa volvieron a París para que pudiese comenzar su vida como fotógrafo.
Al principio, Salgado trabajó como fotógrafo independiente y se incorporó a la agencia de fotografía Sygma entre 1974-1975. Durante los pocos meses que permaneció en la agencia fotografió noticias y reportajes en Portugal, Angola y Mozambique.
Entre 1975-1979 empezó a trabajar para la agencia fotográfica Gamma en muchos reportajes por casi toda Africa, Europa y Latinoamérica.
En 1977 comenzó un largo trabajo fotográfico sobre los indígenas y campesinos de Latinoamérica, su región de origen, caminando hasta remotos pueblos de montaña. Durante ese período, Lélia también completó sus estudios de arquitectura y continuó su trabajo de postgrado en planificación urbana.
En 1979, Salgado abandonó la agencia Gamma y se incorporó a Magnum Photos, con la que trabajaría durante 15 años. Además de muchos reportajes en varios países para una variedad de revistas europeas y americanas; también empezó a trabajar en proyectos documentales más profundos y personales.
En 1984 terminó su trabajo sobre los indígenas y campesinos de Latinoamérica: “Otras Américas” (‘Other Americas’), una exploración contemplativa de las sociedades campesinas y de la resistencia cultural de los amerindios y sus descendientes en México y en el Brasil, y en donde se describe a los latinoamericanos que se aferran a sus tradiciones rurales. Este trabajo fue publicado como su primer libro y exposición dedicados a los pobres de América Latina, en el año 1986 en Francia, España y Estados Unidos.
Desde 1984 hasta principios de 1986 trabajó, además de con la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras en la región africana de Sahel afectada por una gran sequía que castigó la región septentrional de Africa, en un proyecto de 18 meses de duración que documentaba la hambruna en ese continente. Publica dos libros: “Sahel: El Hombre Afligido” (Sahel, l’homme en detresse) en Francia y “Sahel, el fin del camino” en España, donde documentaba la vida de un pueblo que intenta sobrevivir en las peores circunstancias, ambos en 1986. Los dos libros y varias exhibiciones fotográficas fueron creados específicamente para apoyar los esfuerzos de la organización Médicos Sin Fronteras, y son un documento sobre la dignidad y resistencia del pueblo sometido al mayor sufrimiento.
Desde 1986 a 1992, Sebastián viajó a 23 países para tomar una serie de fotografías al final de la era de la mano de obra industrial a gran escala. En 1993 publicó el libro “Trabajadores: una arqueología de la era Industrial”, en 8 países. Se imprimieron más de 100.000 copias del libro, y una importante exposición circuló por todo el mundo en más de 60 museos.
”Fui a Kuwait tras
la guerra contra Irak, cuando los pozos petrolíferos aún ardían y se
desbordaban sin control. Allí viví el apocalipsis y vi el lado oscuro de
la humanidad… Los equipos de especialistas de distintos países del
mundo lucharon contra las llamas y los vertidos durante semanas. Era
como luchar contra el fin del mundo, un mundo impregnado de negrura y
muerte”. Sebastián Salgado
Esa empresa monumental sirvió para afianzar su reputación como uno de los más grandes fotógrafos documentalistas.
En 1993 preocupado por los millones de refugiados, emigrantes y desposeídos, Salgado comenzó otra serie de fotografías, inspirado por “Trabajadores”; se concentró en el fenómeno mundial de los grandes movimientos: “Exodos” y “Los niños del éxodo”.
Este proyecto le llevaría a 43 países, en todos los continentes, para documentar a las gentes que abandonaban el campo hacia las ciudades, la migración internacional, los refugiados y sus duras condiciones de vida.
¿Por qué? “Tengo la esperanza de que, como individuos, como grupos, como sociedades, seamos capaces de pararnos a reflexionar sobre la condición humana en este cambio de milenio”, escribía. “En su forma más primigenia, el individualismo sigue siendo la causa de la catástrofe. Tenemos que crear un nuevo régimen de coexistencia”.
”Quiero que la mayor cantidad posible de gente vea mis fotos de manera que no pueda dar vuelta la cara e ignorar lo que pasa en la otra mitad del mundo”.
Este libro cuenta la historia de la humanidad en tránsito, de gente sin hogar, arrancadas de su vida normal por la guerra, el hambre, las inundaciones, la opresión política o los desastres ambientales, o que simplemente buscan una vida mejor. Rostros de emigrantes cargados de pesados bultos, que miran a la cámara. Fugitivos, refugiados o exiliados por fuerzas que no pueden controlar. Algunos saben adónde van y confían en que les espera una vida mejor. Otros, sólo quieren huir, satisfechos todos con estar vivos. Cada foto cuenta una historia distinta, pero de algún modo todas se parecen.
Durante seis años y en 43 países, Sebastián Salgado ha trabajado con estos fugitivos, en las carreteras, en los campos de refugiados y en los barrios marginales que eran los lugares de destino de casi todos ellos.
El resultado de estos años de trabajo fotográfico son los testimonios de seres humanos obligados a vivir en situaciones extremas. Comenta el autor que “la experiencia me ha cambiado profundamente. Cuando empecé el proyecto, ya estaba bastante acostumbrado a trabajar en situaciones difíciles. Creía que mis convicciones políticas eran la respuesta a muchos interrogantes. No estaba preparado para lo que me esperaba. Lo que aprendí de la naturaleza humana y el mundo en el que vivimos me hizo dudar profundamente sobre el futuro de la humanidad”.
El libro se divide en cinco categorías de dramas. Están en primer lugar los refugiados y emigrantes, los kurdos, los afganos, bosnios, los albanokosovares, pero también los serbios y los desesperados del Tercer Mundo que se agolpan frente al mundo de los ricos en Europa y América. Luego aparecen las fotografías de Africa. Un continente olvidado y convulsionado por sangrientos conflictos. También tienen su espacio los campesinos de América Latina y las monstruosas megaciudades asiáticas.
Un libro que recoge las fotografías de la exposición y que nos lleva, como dice el autor, a una reflexión: “El nuevo milenio es sólo una fecha en el calendario para una de las religiones más importantes del mundo, pero puede ser una buena ocasión para saber dónde estamos. Nosotros poseemos la llave de nuestro futuro, pero para acceder a él debemos primero comprender el presente. Estas fotografías muestran una parte de este presente. No podemos permitirnos pasar de largo”.
Como parte del proyecto, fotografió nueve megalópolis que habían experimentado enormes aumentos de población durante las dos últimas décadas debido a varios tipos de migraciones.
En el prólogo de “Exodos”, el autor afirma: “Hoy más que nunca, siento la unidad de la raza humana. A pesar de las diferencias de color, lengua, cultura y oportunidades, los sentimientos y reacciones de toda la gente son similares. La gente huye de las guerras para eludir la muerte; migra para mejorar su fortuna; construye nuevas vidas en tierras extrañas, y se adapta a las adversidades extremas…”.
Salgado retrata en este libro a los hombres y mujeres del futuro. El fotógrafo brasileño sabe mucho de la miseria humana y en esta ocasión se ha detenido en las caras más inocentes de todas las tragedias: “Los niños en el éxodo”. Este volumen recoge 90 fotografías de niños y niñas captados en los diversos viajes realizados por el autor por los cinco continentes, Kosovo, Brasil, Ruanda y Hong-Kong, con un gesto común que caracteriza a su dramática existencia.
”En toda situación de crisis, guerra, miseria o desastre natural, los niños son siempre las mayores víctimas”, explica Salgado en este libro; sin embargo, no deja de sorprenderse al comprobar que, incluso en situaciones extremas, los niños son fuente de energía.
“Y cuando ven una cámara fotográfica, suelen alegrarse todavía más con la esperanza de ser retratados”. También muchos de ellos se vuelven serios y reflexivos cuando ven que su mirada va a ser recogida en imágenes.
“Repetidas veces encontré situaciones en las que los niños no tenían razones para sentir esperanza”, dice el prestigioso fotógrafo. Muchos de ellos no han visto una flor o están en el punto de mira de las guerrillas. “Algunas de las escenas más tristes que capté fueron tomadas en las calles de las grandes ciudades”, agrega. Y se pregunta después, “¿Cómo es posible que una niña sonriente pueda representar el infortunio más profundo?”
Los libros, “Exodos” y “Los niños de Exodos”, también fueron publicados en ocho países con más de 220.000 ejemplares. Se produjeron ocho juegos simultáneos de una gran exposición para ser exhibidas por todo el mundo. Además, se crearon más de 3.000 conjuntos de 60 afiches para exponerse en salas sociales, iglesias, centros culturales, colegios, etcétera. También se realizó un programa educativo que acompañaba la exposición en varios países. Se estima que este trabajo lo han visto más de tres millones de personas.
”El es un artista: un hombre que ve y viendo nos ayuda a ver. En esta monumental obra de arte, Salgado descubre y revela el mundo del fin del milenio: he aquí esta gran odisea de nuestro tiempo, este viaje con más náufragos que navegantes”. Eduardo Galeano.
Luego, a finales de los años 90, publicó el libro “Tierra: la lucha de los sin tierra” 1997, (‘Terra: Struggle of the landless’), un documental sobre los que luchan por reclamar su tierra en Brasil, su país natal.
El respeto que profesa Salgado, que trabaja sólo en blanco y negro,
por los sujetos de sus fotografías, así como su empeño por descubrir el
significado más profundo de lo que a ellos le sucede, se plasma en
imágenes que son testimonios de la dignidad fundamental de todos los
seres humanos sin dejar por ello de denunciar que esa dignidad es
violada por la guerra, la pobreza y la injusticia.
Durante este tiempo también han sido publicados otros libros: “Les Cheminots” (Francia, 1989); “An Uncertain Grace” (Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Francia, Portugal, Italia, 1990); “The Best Photos” (Brasil, 1992); “Photopoche” (Francia, 1993); “Terra” (Brasil, Francia, Portugal, Italia, Gran Bretaña, Alemania, España, 1997): “Photopoche Serra Pelada” (Francia, 1999).
La práctica totalidad de estos libros, además de la mayor parte de las exposiciones, fue concebida y creada por Lélia Deluiz Wanick. Lélia y Sebastián también crearon ‘Amazonas Images’ en 1994, el año en que Salgado abandonó Magnum Photos. ‘Amazonas Images’ es una agencia de prensa que podría ser la menor agencia de fotografía del mundo, con representación de un solo fotógrafo.
Desde hace años Salgado ha estado colaborando con los organismos
humanitarios internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para
la Niñez (UNICEF),
la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR),
la Organización Mundial de
la Salud (OMS), Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional.
Lélia y Sebastián también han trabajado juntos desde 1991 en la repoblación a su estado natural de una pequeña parte del Bosque Atlántico en Brasil. En 1998 triunfaron en su propósito de convertir esta tierra en una reserva natural y fundaron el Instituto Terra, que incluye un centro educativo para el medio ambiente. Han sido plantados más de 500.000 árboles, y el proyecto está en el corazón de un esfuerzo comunitario mucho mayor centrado en el desarrollo sostenible del valle de Rio Doce.
”Un hombre lleva a su hijo -o los huesos que otrora fueron su hijo- en brazos, y ese hombre es un árbol, rígido y alto, cuyas raíces se aferran a la soledad”, Eduardo Galeano
Sebastián Salgado fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de UNICEF el 3 de abril del 2001 y miembro honorario de
la Academia de las Artes y de las Ciencias de Estados Unidos. Ha
recibido numerosos premios, incluidos varios Doctorados Honorarios y
muchos otros reconocimientos a su trabajo fotográfico.
En septiembre del 2000, con el respaldo de UNICEF, Salgado exhibió en
la Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, 90 retratos de niños
desplazados que habían aparecido en su libro “Los niños de éxodo”. Esas
abrumadoras fotografías son un solemne testimonio de la existencia de 30
millones de personas de todo el mundo, en su mayoría mujeres y niños,
que carecen de vivienda permanente.
También ha colaborado con UNICEF renunciando a los derechos de
reproducción de varias de sus obras en apoyo del Movimiento Mundial a
favor de
la Infancia y para ilustrar un libro de Graça Machel, de Mozambique, que
actualiza el informe sobre las consecuencias de los conflictos armados
en los niños, que Machel presentó en 1996, cuando se desempeñaba como
Representante Especial de las Naciones Unidas.
Como parte de un proyecto conjunto de UNICEF y
la Organización Mundial de
la Salud (OMS), Salgado fotografió la campaña mundial para eliminar la poliomielitis.
- Premios y reconocimientos:
Premio Principe de Asturias de las Artes, 1998.
Premio Eugene Smith de Fotografía Humanitaria.
Premio World Press Photo.
”The Maine Photographic Workshop” al mejor libro foto-documental.
Elegido miembro honorario de la “Academia Americana de Artes y Ciencias” de Estados Unidos.
Premio por la publicación del libro “Trabajadores” (‘Workers’).
Medalla de Plata ‘Art Directors Oub’ en Estados Unidos.
Premio ‘Overseas Press Oub of America’.
”Alfred Eisenstaedt Award of Magazine Photography”. Premio UNESCO categoría cultural en Brasil.
- Exposiciones:
”L’Afrique des coleres” en 1977.
”Vidas Secas”, Magnum Gelerie París en 1984.
”Festival International d’Arles Francia » en 1986.
”Musée de L’Elysée”, Laussanne Suiza en 1987.
”Museu de Arte de Sao Paulo”, Brasil en 1988.
”Galería Nacional de Arte”, Beijing China en 1989.
”Biennale de Cétinié”, Montenegro, Yugoslavia en 1997.
“¿Estamos condenados a ser espectadores en gran medida? ¿Podemos
cambiar el curso de los acontecimientos? ¿Podemos aducir “fatiga de
compasión” cuando no mostramos ningún signo de “fatiga de consumo?” Sebastián Salgado
“Rajastán
es un desierto extraño. Allí donde puede haber algo de vida, aparecen
ingentes cantidades de agricultores. Los trabajadores del canal no son
menos extraños, no menos que las mujeres; mujeres de coloridos vestidos,
adornadas con pulseras brillantes, aros, collares; mujeres con alhajas
que se antojan soldadas a su piel, hermosas guerreras de extraordinaria
dignidad que arremeten contra la tierra”.
Sebastián Salgado
Los hombres sanos emigran a las ciudades buscando trabajo y sustento, dejando tras de sí a sus hijos y a las “viudas de la sequía”. Aquí puede verse a la gente caminando sobre lo que fue el lago Faguibine. Malí, 1985.
”En
Dhanbad, las minas de carbón dan trabajo a 400.000 personas. Ciento
cinco mil hombres descienden a las minas. Hasta 1950 las mujeres también
cavaban para obtener el mineral; trabajaban de noche y morían en las
explosiones y corrimientos de tierra procedentes del corazón de la
tierra”.
Sebastián Salgado
”Para mí, las fábricas de acero son como dioses poderosos y enormes que
gobiernan la terrorífica producción de metal que domina nuestro sistema.
Todo lo que contienen es violento, desproporcionado y peligroso. El
trabajador siderúrgico sabe bien que trabaja en la frontera de la
muerte, entre ríos de fuego líquido, rodeado por las calderas del
infierno. También sabe que es el acero lo que controla el mundo”.
Sebastián Salgado
Los aerosoles químicos protegen a estos bomberos de las temperaturas extremas. Campo petrolífero del Gran Burhan, Kuwait, 1991.
Acción de gracias a Kioga, el dios mixe, en gratitud por la buena cosecha y para pedirle la supervivencia otro año más.
Oaxaca, México, 1980.
”Toda mi obra está entrelazada, como si fueran los distintos capítulos de una misma historia”.
Sebastián Salgado
“Su trabajo es un
intento no de tratar la abyecta desesperanza de aquellos que se hacinan
en las ciudades y la degradación de las crecientes barriadas marginales,
sino la fortaleza de aquellos que permanecieron en sus lugares de
origen, tras adaptarse a cierta aceptación flemática del destino, de la
muerte”.
Fred Ritchin
Fuentes:
http://www.unicef.org/spanish/salgado/bio.htm
http://www.terra.com.br/sebastiaosalgado/index.htm
http://www.turismo.gov.ar/esp/prensa/gacetillas/g31082004salgado.htm
http://www.expoexodos.com/pres/expo08.htm
SOLO MADO ESTE MENSAJE PARA DECIR QUE SEBASTIAN SALGADO ES UN EXCELENTE FOTÓGRAFO, LLENO DE SENSIBILIDAD, CON UNA VISIÓN DE LA VIDA QUE POCOS TIENEN; LA CUAL TAL VEZ PARA ALGUNOS SEA QUIZÁ EXTREMISTA PERO , DESDE MU PUNTO DE VISTA SALGADO ESTA MOSTRANDO EL MUNDO REAL, EL CUAL SE ENCUANTRA EN CONSTANTE GUERRA DEL HOMBRE CON EL HOMBRE.
ME COMPLACE ENCONTRAR EN LA RED MATERIAL DE CALIDAD COMO EL TRABAJO DE sEBASTIAN SALGADO.
Hola, Mi nombre es Gabriela Alcocer, estudie fotografía y desde el primer día que conocí el trabajo de Sebastian Salgado quedé tan impreganda de su maravilloso arte que ha sido mi inspiración en todos estos años en los que he luchado para ser una buena fotógrafa., y así poder dejar un legado de humanidad como el lo ha hecho con nosotros. uno de mis grandes deseos sería contactarle ó llegar a conocerle para que pudiese enseñarme a sentir y captar toda la belleza que hay en sus fotos.
Espero que ustedes me puedan ayudar.
de antemano les esroy muy agradecida,y muchas felicidades por su pagina.
GABRIELA ALCOCER
SOY ESTUDIANTE DE FOTOGRAFIA , Y ENTRE A ESTE FORO PORQUE ME DEJARON COMO ASIGNATURA INVESTIGAR TODO SOBRE SEBASTIAN SALGADO Y DEBO ADMITIR QUE ME MOTIVO MUCHO SUS FOTOS ,OBRAS , SU VIDA , COMO ES QUE NACIO SU INTERES HACIA LA FOTOGRAFIA . TAMBIEN AGRADECER Y FELICITAR A VULCANO POR TREMENDAS FOTOS DE ESTE GRAN FOTOGRAFO .
Hola! Mi nombre es Annel Hernández, soy diseñadora de lo gráfico, trabajo en un lugar que se dedica a la investigación sobre los fenómenos sociales que van enlazados a la marginación y la pobreza. Me encantá el Trabajo de Sebastían Salgado, sé que tan difícil es reflejar una realidad que lastima. Por eso admiro el trabajo de este hombre que detrás de un lente puede sensibilizar a muchos que trabajamos para invertir estos procesos de deshumanización y que a pezár de estar cerca de ellos no sabemos lo que significa.
Las imágenes de Sebastian Salgado son una lupa hacía la realidad y yo por mi parte trabajo duro para encontrar y mostrar un poco de este mundo al que todos podemos ayudar.
la vida es linda para esos que no son desplazados que lo tienen que pueden todo lo divino que dios a hecho
Hola mi nombre es Esther Caballero no soy fotografa pero siento admiracion por Sebastian Salgado uno de mis seres humanos favoritos. Ahora se que existe personas divinas en este mundo y una de ellas es EL. Gracias por tu LUZ.
Hola, soy fotógrafa y trabajo en la ABN, felicitaciones las fotografías de Salgado me han llamado mucho la atención, creo que si una de las intenciones es que las imágenes te lleguen a cambiar lo has logrado te llegan al alma, es arte y es la realidad plasmada con la magia de la fotografía hecha con técnica , ética y otras cosas invisibles que las logra el fotógrafo.El trabajo de Salgado es muy profesional, pero ante todo muy social con fines humanistas, un trabajo que debería cada día mas estudiar, publicar y hacerlo foro de discusión en diferentes espacios.Mil felicitaciones.
TE FELICITO AMIGA Y CAMARADA DE ESTA PATRIA BONITA….TU TAMBIEN LOGRASTE UN GRAN TESTIMONIO PARA LA HISTORIA DE MI PATRIA EL 11 DE ABRIL 2002 CUANDO EL ENEMIGO OLIGARCA Y OTROS QUISIERON QUITARNOS ESTE SUEÑO BOLIVARIANO Y CHAVISTA…GRACIAS WENDYS OLIVO…TE AMAREMOS SIEMPRE……………JOSE LOZADA…CON CHAVEZ TODO … SIN CHAVEZ NADAAAAAA…
deasearía ponerme en contacto con Sebastián Salgado para poder intercambiar ideas sobre un proyecto que tenemos de fotografía “denuncia” realizada por niños.
Por favor contestarnos al email de la Fundación Fondo Internacional de las Artes fiart@fiart.org
o al que he escrito más arriba.
Muchas gracias!
Señor Salgado.
Decirle que nos encontramos ante la fotografía que verdaderamente se debe dedicar un hombre comprometido con su epoca, con su tiempo, yo lo veo así, las imágenes hablan por si solas. interesantísimas.
Soy rofesor de artes y quisiera poder contactar con usted me interesa el sentido de su obra pués estoy haciendo un doctorado sobre la fotografía y después de ver su obra voy a reconciderar algunos conceptos.
Con un saludo desde Cuba, un amigo más René
En el mundo de la fotografía actual quedan pocos héroes con la integridad de un Salgado. Soy sacerdote con una pasión por la fotografía y las imágenes de Salgado nunca dejan de traerme inspiración. Son para mi la medida a la cual muchos aspiramos de lo que es un modo de ver el mundo a través de un lente con sensibilidad humana. Sus fotos penetran lo mas profundo de nuestra psiquis y nos muestran la realidad sin necesidad de palabras, una realidad que abre nuestro entendimiento, y nos recuerda que el sufrimiento de uno es el sufrimiento de todos. ¡Que imágenes!
quiero felicitarlo por sus fotografias y es asi en blanco y negro como se aprecian las imagenes, soy hija de fotografo, mi papa aca en Gral. Roca, Pcia de Rio Negro (Argentina), era El Mejor en su profesion la cual amaba
Soy estudiante de fotografia aqui en Rosario (Santa fe)(Argentina)
Salgado es uno de los mejores fotografos,el cual nuestra profesora de taller de motivacion creadora,esta aplicando,en la materia en estos momentos.
SEÑOR SALGADO , LO FELICITO GRATAMENTE POR LOGRAR QUE SU CORAZON Y SUS SENTIMIENTOS HACIA LA HUMANIDAD TENGAN ESTE RESULTADO FOTOGRAFICO Y TOCAR LAS VENAS ABIERTAS DE NUESTRA LATINOAMERICA Y AFRICA TAN ABANDONADA POR LA JUSTICIA DE LOS QUE NOS EXPLOTAN SIN PENSAR QUE SOMOS SERES HUMANOS QUE NOS MERECEMOS TODOS Y TODAS SER FELICES SOLAMENTE POR NACER EN ESTE BELLO Y UNICO PLANETA HABITABLE , LO ADMIRO Y APLAUDO SUS FOTOGRAFIAS TESTIMONIALES DEL SUFRIMIENTO Y LA POBREZA HUMANA, SOY FOTOGRAFO VENEZOLANO Y REVOLUCIONARIO Y AQUI ESTAMOS TRATANDO DE LOGRAR ESA FELICIDAD QUE NOS MERECEMOS Y CON NUESTRO GUIA Y LIDER HUGO CHAVEZ FRIAS…VIVIREMOS Y VENCEREMOS…LO ABRAZA JOSE LOZADA…..joselozada57@yahoo.com.ve
La impresión de una realidad otra la he encontrado en las Fotos de Sebastiao Salgado. Soy cubana, recién me gradúe en Historia del Arte, curso dode también se estudia la fotografía. Opto por el arte comprometedor con el descubrimiento del entorno, con el ser humano y sus alrededores, además del buen sentido revolucionario. Mis admiraciones hacia tan buena obra artística.